Cómo Seducir Mujer Hermosas – Los Niveles De Apariencia
Debo admitir que lo pensé mucho antes de escribir respecto al nivel de apariencia de la mujer debido a que para mí todas las mujeres son hermosas, mas puesto que es un hecho que algunas lo son más que otras, vale la pena analizar este aspecto.
Estamos acostumbrados a medir casi todo bajo el sistema decimal, sea pues este el sistema que emplearemos para medir también el nivel de apariencia de la mujer. La escala comienza en el 1 y termina en el 10, pero siendo tú un seductor no desearás involucrarte más que con aquellas chicas que representan un verdadero desafío para ti, por ello nuestra escala comenzará en el 6.
Algunas mujeres consideran ofensivo y denigrante el que su nivel de atractivo sea colocado dentro de una escala de medición estandarizada, sin embargo, existen certámenes de belleza a nivel mundial donde se consideran casi los mismos valores; no hay, por lo tanto, nada malo en esta escala de medición, siempre y cuando no le digas a una chica el nivel de atractivo en que se encuentra, sobre todo si está abajo de 9.
Retomando nuestra escala de 6 a 10, 6 es el nivel de atractivo de una mujer cuya belleza podemos considerar promedio, 10 corresponde a aquellas cuya imagen se asemeja a la de una modelo caliente o una actriz de cine y televisión.
Pocas mujeres encontrarás en el mundo real que puedan caber en un 10 perfecto, si encuentras a alguna no la dejes ir. Hace tres semanas encontré a un perfecto 10 en el supermercado cercano a mi casa: alta, rubia, cuerpo perfecto, sus jeans ajustados mostraba unas piernas gruesas y torneadas, bajo ellos también se marcaba un trasero perfecto; no existía defecto alguno en ella.
Mujeres así se encuentran raramente, en cambio encuentro mujeres de nivel 8 y 9 casi todos los días, asemejan diosas descendiendo del Olimpo para gozo y deleite de nosotros, simples mortales.
Las siguientes imágenes han sido tomadas de Internet, con la intención de ilustrar los niveles de apariencia de la mujer:
Esta es mi humilde opinión, pero la escala es subjetiva, lo cual significa que lo que para mí es un 9 para ti podría representar un perfecto 10 o viceversa. Hay dos puntos importantes que vale la pena aclarar en relación a la escala de apariencia de la mujer:
1. Mientras más elevado sea el nivel de atractivo de una mujer acercarse a ella y seducirla constituye un mayor desafío, un perfecto 9 o 10 es una mujer que se sabe hermosa y todo un símbolo sexual, debido a que decenas de hombres así se lo han hecho saber. Su imponente belleza la ha hecho acostumbrarse a ser asediada y le ha llevado a desarrollar formas de librarse de chicos inoportunos que tratan de ligarla. Con este tipo de chicas debes aplicar los pasos del método más concienzudamente, evitar la ansiedad por el acercamiento y estimular sus emociones.
2. Si bien es cierto que mientras más elevado es el nivel de atractivo de una mujer el acercamiento constituye un mayor desafío, también te facilitará mucho las cosas en las etapas intermedias, especialmente cuando se trata de construir confianza y avanzar hacia el sexo. Debido a que han aprendido a quitarse de encima a los inoportunos muy pocos hombres pueden avanzar con ellas hacia niveles superiores de intimidad.
Las mayores preocupaciones que muchos miembros de nuestra comunidad nos han compartido están relacionadas con mujeres de nivel 8, 9 o 10. Algo natural, si consideramos que una mujer hermosa constituye un símbolo de superioridad y estatus para cualquier hombre. Gracias a la preselección, algo de lo que hablaremos más adelante en este libro, el hombre que ha sido elegido por una mujer extraordinariamente bella no sólo es más apreciado, respetado y envidiado por los demás hombres, sino que otras mujeres lo encuentran exponencialmente más atractivo.
Por tanto, una mujer con un nivel de apariencia elevado representa un premio que todos los hombres desean pero pocos obtienen, paradójicamente una de las razones por las que muy pocos pueden lograrlo es que la tratan justo como el premio que constituye.
Ella sabe que es el premio.
Dijimos que una de las razones por las que pocos hombres logran seducir a una mujer de elevada apariencia es que la tratan justamente como el premio que constituye. Imagina que alguien obtiene el billete de loteria ganador de un premio de un millón de dólares, seguramente lo colocaría en un pedestal y cuidaría de él noche y día hasta cobrarlo; y si cuando lo intenta cobrar le ofrecieran una excusa y se negaran a pagarlo, seguramente suplicaría, imploraría y hasta se humillaría. Muchos hombres hacen justamente lo mismo cuando el premio es una mujer de elevado atractivo físico.
Ella sabe que es el premio, un premio muy valioso del que no cualquiera es digno. Cuando te acercas a ella su pensamiento es que ella vale mucho y tú prácticamente no vales nada ante sus ojos, tu tarea consiste en demostrar que vales y que para ti ella no es tan valiosa como lo cree. El problema es que la mayoría de los hombres hacen lo opuesto: Reducen su propio valor a la vez que hacen que el de ella se incremente.
Una de las formas tradicionales en que hacen esto es demostrando sus intenciones de ligue. Muchos chicos lo piensan mucho antes de acercarse; cuando lo hacen, si es que se atreven, el nerviosismo se ha apoderado de ellos, se sienten intimidados por la extraordinaria belleza de la dama y sólo atinan a decir frases prefabricadas, preguntando su nombre o algo similar. Ella de inmediato descubre sus intenciones de ligarla, otro más en busca del premio piensa, y de inmediato encuentra una forma de quitárselo de encima.
En diferentes bares de solteros, antros y fiestas, he observado acercamientos tan absurdamente cortos y deprimentes como los siguientes:
Él: ¡Hola!
Ella: Hola.
Él: ¿Cómo te llamas?
Ella: Disculpa, no te conozco.
Él: Buenas noches.
Ella: ¿Sí?
Él: ¿Puedo sentarme?
Ella: Lo siento, estoy con mis amigas y no queremos ser interrumpidas.
Él: ¡Hola!
Ella: Hola
Él: ¿Qué hace una chica como tú en un lugar como este?
Ella: Pues estoy esperando a mi novio, debe estar por llegar.
¿Entonces qué puedo hacer?
La mujer es un premio, y el premio es más valioso mientras más elevada sea su posición en la escala de apariencia. Si muestras tus intenciones de ligue estás mostrando tu ambición por el premio y ella debe protegerse de ti, sacarte de la jugada. La evidente solución a esto es no mostrar que estás detrás del premio, mejor aún, debes convencerla de que el premio eres tú. No eres tú quien va tras el premio que ella representa, es ella quien debe obtener el premio que tú constituyes.
Si debo dejarte por ahora con una idea es esta: Deja de pensar en la chica que te gusta como un premio valioso y piensa en ella como si se tratara de un lindo gatito.
Si te agradan los gatos y conoces su comportamiento comprenderás a qué me refiero: Cuando tomas a un gato, lo colocas en tus piernas y lo acaricias, lo más seguro es que él salga corriendo lejos de ti; pero si lo ignoras o lo haces a un lado comienza a tallarse en tus piernas ronroneando. A eso me refiero cuando digo que debes pensar en ella como si se tratara de un gato, no lo digo despectivamente, me refiero a su comportamiento.
Muchos chicos se ponen rojos de furia al observar cómo la chica que les gusta y/o de la cual están enamorados mientras más la buscan más huye de ellos, mientras más tratan de convencerla de que los ame más se disculpa por no poder hacerlo; en tanto que el tipo al cual ella dice amar la ignora o la trata mal. Si supieran que ella se comporta como un gatito entenderían porqué las cosas están ocurriendo de esta manera, y podrían realizar el cambio necesario.
Sin embargo, no deseo ser mal interpretado; no estoy diciendo que debas tratar mal a la mujer, ignorarla y portarte grosero con ella. Todo lo que estoy diciendo es que no demuestres tu interés antes de tiempo o ella saldrá corriendo, mejor dicho: se las ingeniará para hacerte salir corriendo.
Si estás sentado tranquilamente sin prestar demasiada atención al gatito, de pronto este saltará sobre tus piernas ronroneando; si el mismo principio lo aplicas con la chica que te interesa, esta saltará a tu cama unas horas o días después.