Como Acercarte A Una Mujer De Bellísima Apariencia Física

Tengo una amiga que es bellísima: blanca, delgada, ojos color miel, labios carnosos siempre pintados de rojo, cabello castaño ligeramente rizado… y lo mejor son sin duda sus piernas gruesas y torneadas que siempre lucen maravillosamente bien enfundadas en sexis minifaldas y altos tacones. Es una amiga muy especial, el tipo de amiga que te cuenta sus problemas, te escucha, te aconseja, tiene relaciones sexuales contigo ocasionalmente, pero tanto tú como ella tienen claro que no van a involucrarse en algo más serio.

Pues bien, ella una vez me confesó que en ocasiones ha llegado a pensar que hubiera preferido ser fea porque está cansada de que casi nadie reconozca algo más que sus encantos. Ella es muy talentosa, tiene una profesión, pero siente que el empleo que tiene se lo dieron más por su apariencia física que por su experiencia y preparación.

También me confesó que está harta de que tantos hombres la miren con ojos de lobos hambrientos, tan deseosos de poseerla como si acabaran de salir de prisión y no hubieran visto a una mujer en veinte años. Ella está más que cansada de que le lancen piropos atrevidos cuando camina por la calle, y aunque ahora tiene su propio automóvil me comentó que en varias ocasiones la manosearon mientras viajaba en el transporte público.

¡Y esto les pasa a todas las mujeres que son hermosas y atractivas físicamente!, en mayor o menor medida.

Si deseas que ella te considere un hombre diferente y digno de ser su pareja, demuestra que admiras su talento, su buen gusto, su energía… cualquier cosa que encuentres admirable en ella, excepto su apariencia física.

En otras palabras: Su apariencia física no te importa.

Por ello, tu acercamiento hacia una mujer extraordinariamente bella debe ser seguro y divertido. La mujer atractiva impone, por eso tantos hombres se arrastran hacia ella nerviosos y necesitados, pero si tú te muestras seguro y divertido ella interpreta esto como que su apariencia física no te resulta tan imponente.

No menciones nada que haga alusión a su apariencia, no halagues su belleza. No mires sus senos ni sus piernas, mírala a los ojos.

Este es el más poderoso de los diez secretos de este libro, aplícalo y sorpréndete de los resultados.