8 Rutinas De Romance En La Seducción

Potenciador Natural

Las rutinas de romance están orientadas a estimular emociones positivas en tu
objetivo, mostrar vulnerabilidad, crear complicidad y acrecentar el nivel de intimidad existente entre ambos.

Las rutinas de romance debes crearlas con base en tu propia historia y calibración, hablando de vivencias de tu vida que sean divertidas, interesantes y con mucha carga emocional. No podemos hablar en este sentido de material enlatado, pero como el que busca encuentra las siguientes rutinas seguro te serán de utilidad:

 

También me han herido

 

Después de haberte mostrado como un hombre de alto valor y poseedor de un éxito rotundo con las chicas, tu objetivo tal vez te preguntará si alguna vez has sufrido un desengaño. En tal caso contestar que no sería absurdo y difícil de creer, además que le preocuparía la idea de pensar en lo que pasaría si ella fuera la primera. Por ello lo mejor es responder que sí, pero siempre demostrando alto valor:

“Por supuesto que me han herido y sé lo que es sufrir por alguien, ¿quién no ha pasado por eso?

Hace poco conocí a una dama por la que sentí algo realmente especial. Y cuando más enamorado estaba, cuando sentía que necesitaba su olor y el contacto con su piel más de lo que necesito el aire para respirar; ella regresó a Venezuela.”

Nota que los términos empleados son demasiado emocionales, así se crea una mayor conexión emocional con tu objetivo. Además, menciono Venezuela porque es por demás sabido que las mujeres venezolanas son muy hermosas, tanto así que es el país que más veces ha ganado el certamen Miss Universo, en otras palabras, estoy mostrando preselección.

 

Los tres deseos

Si en este momento te encontrarás de frente con el mago Merlín y pudiera convertirte en cualquier cosa que tú quisieras, ¿qué eligirías y porqué? ¡Y no digas que princesa!

 

Variación del anterior
Si apareciese frente a ti un hada madrina volando en medio de un halo resplandeciente, y señalándote con su varita mágica te dijera “Soy tu hada
madrina y voy a concederte tres deseos, pero sólo tienes dos minutos para decidir”. ¿Qué le responderías?. Por cierto, debes elegir hechos concretos y no deseos abstractos, así que salvar al mundo, que desaparezcan las guerras o ser feliz no valen.

 

Me encantan los mimos

Claro, me encanta el sexo, pero… No, nada; es que si te lo digo te vas a reír…
Verás, me apena confesarlo, porque tal vez no vaya acorde con mi imagen de hombre fuerte y formal. Pero lo cierto es que, cuando tengo confianza de verdad con una chica, cuando estoy realmente a gusto con ella, me encanta que nos acurruquemos en la cama o en el sofá para besarnos, acariciarnos, y susurrarnos suavemente cosas al oído. Me encanta hacer mimos. Tanto que podría permanecer así durante horas.

 

Algo que nadie más conoce de ti

“Quizá piensas que puedes engañarme, pero no es así… Ni por un instante.”
Espera alguna reacción de su parte, lo más normal es que te pedirá explicarle a qué te refieres:

“Yo sé que los hombres sucumben ante la parte de tu personalidad que salta a la vista, esa parte de ti que dice “Estoy buenísima, permanezco distante, puedo hacer lo que me dé la gana y siempre logro lo que me propongo”. Pero yo sé algo que nadie más sabe: Hay una parte de ti que muchos no logran ver y es que, aunque trates de parecer dura en el fondo eres extremadamente sensible.
Si alguien te hace algo malo o algún comentario poco agradable, tal vez actuarás como si te diera igual… pero pensarás en ello camino a casa. Estoy seguro de que en tu interior eres tan frágil como una niña pequeña… Pero esa es la parte de ti que la mayoría de las personas no alcanzan a conocer”.

 

Los seres divididos

¿Sabes? Dice la leyenda que en una época vivió en la Tierra una raza de hombres que sentían que se bastaban a sí mismos. No conocían los dulces vínculos del amor. Pero eran muy fuertes. Tanto que un día pretendieron asaltar el cielo.

Zeus no les temía y los dividió de tal modo que de cada uno de ellos derivaron dos seres nuevos: un hombre y una mujer.

A veces esos dos seres que antes fueron uno sólo, vuelven a unirse nuevamente por la fuerza del amor. Entonces, ellos son más fuertes que Zeus, más fuertes aún que aquel primitivo ser único, porque la unión en el amor es la fuerza suprema…

¿Tienes miedo? Mantengámonos apretados y seremos fuertes, más fuertes que el mundo y que los dioses.

 

El cubo

¿Te han aplicado alguna vez el cubo? ¿No? Qué extraño. Es un test psicológico tan potente que incluso existen varios libros que lo estudian en profundidad.
El Cubo es un juego de visualización milenario que revela aspectos sobre ti misma que ni siquiera tus mejores amigos conocen. De este modo, además, puedo descubrir si eres la clase de persona que me gustaría llegar a conocer mejor…

Imagina un desierto. Puede ser un desierto real que conozcas, si es que has tenido la audacia de aventurarte por alguno, pero también puede ser un desierto que hayas visto en fotos o películas e incluso uno completamente fruto de tu propia fantasía.

 

En en medio del desierto hay un cubo. Concéntrate bien en él. ¿Cómo es? ¿Qué tamaño tiene? ¿De qué color es? ¿Y qué me dices de su textura? Pregúntate también si se encuentra lejos o cerca de ti, y a qué distancia exactamente. Por otra parte, ¿está descansando sobre una de sus caras, sobre cualquiera de sus aristas o en alguna otra posición? Dime también algunas cualidades sobre el cubo: tanto cualidades físicas como aquellas relacionadas con el estado de ánimo que despierta. Ahora, quiero que veas también una escalera en el desierto. ¿De qué está hecha? ¿En qué relación se encuentra con el cubo? Aproximadamente, ¿cuántos peldaños tiene: muchos, algunos, muy pocos?

 

Hay algo más en ese desierto: flores. ¿Dónde están? ¿Hay muchas o pocas? ¿Y de qué color, de qué tipo?

 

Es el momento de añadir a la escena un caballo. ¿Qué tipo de caballo es y de qué color? ¿Dónde está? ¿Qué hace? ¿Tiene silla y riendas o no? Y si las tiene, ¿de qué tipo?

 

Por último, tienes que imaginar ahora una tormenta. ¿Qué clase de tormenta imaginas? ¿Dónde la ves? Y otra pregunta: ¿afecta al cubo, a la escalera y al
caballo o no? En caso afirmativo, ¿cómo lo hace?

 

El cubo representa tu ego, y su tamaño tu percepción sobre ti mismo y el lugar que ocupas en el mundo. Vamos, que si el cubo es grande como un rascacielos puede que seas un egocéntrico de lo peor; pero si es pequeño, te revela como una persona introvertida.

 

En cuanto al color, si es más o menos parecido al del desierto, quiere decir que te gusta pasar desapercibido, y viceversa.

 

Si, por ejemplo, está hueco, debe interpretarse como que la persona se encuentra confundida sobre sí misma, y anhela que alguien la llene con su inspiración y energía. Puede que esté suspendido en el aire, en cuyo caso eres un soñador o que seas más bien una persona pragmática y con las aristas de tu pensamiento ancladas en tierra firme.

 

La escalera alude a tus ambiciones y metas. Si es portátil, puede interpretarse como que tus ambiciones y metas van cambiando, que tienen que ver con viajar o que te sientes capaz de realizarlas. Si es de madera, esto quiere decir que, como la madera, están integradas en tu persona y no entran en conflicto con tu naturaleza. Si es de metal, puede que no las hayas elegido bien o que hayas sido duro o frío contigo mismo al elegirlas. Si aplasta al cubo o a las flores, puede que pongas las ambiciones por encima de ti o de las personas. Y, si es una escalera enorme, como la de los palacios, significa que eres muy ambicioso. El hecho de que esté caída, por ejemplo, podría significar que dependes demasiado de tus ambiciones, pero también podría querer decir que estás deprimida o no encuentras motivaciones últimamente. También podría interpretarse como que eres una persona apática.

Las flores son tus amistades. Si el color es intenso y se encuentran cerca del cubo, quiere decir que te gusta mucho cuidar de ellas y que para ti son algo precioso. Si hay muchas, que eres una persona muy sociable. Si están marchitas o se están muriendo, interprétalo como que tienes amistades que necesitan cuidado o que te preocupan. Quizás estés triste con relación a algún amigo o amiga. Si invaden el cubo, puede significar que quizás se aprovechan de ti. Si el cubo las aplasta, que tú te aprovechas de ellas.

 

El caballo simboliza tu amante, ideal o real. También puede representar tu energía o potencial sexual. Si, por ejemplo, el animal duerme, quiere decir que tu vida sexual está un poco apagada últimamente. Si tiene alas y vuela, puedes empezar a verte como una persona apasionada y amante de la aventura. Si tiene riendas, puede querer decir que te gusta controlar, que eres dominante sexualmente y en casos extremos hasta que eres sadomasoquista. Si está cerca del cubo, puede significar que el sexo o el amor son importantes para ti. Si se sube al cubo, que tus amantes se aprovechan de ti o que tienes tendencia a dejar que te sometan en una relación o te pierdan el respeto. Si se come las flores, puede representar que a veces has tenido conflictos internos entre amistad y amor.

 

La tempestad, esta apunta a la relación que guardas con tus propios problemas, y cómo los ves. ¿Lejanos o cercanos? ¿Amenazantes y descontrolados o poco peligrosos? ¿Van a más o, por el contrario, parece que quieren dejar libre un nuevo espacio que pueda ser llenado con oportunidades excitantes y nuevos caminos que emprender? ¿Me entiendes?

 

Eyaculación femenina

¿Has oído hablar de la eyaculación femenina?

Déjame explicarte. La origina y el líquido eyaculatorio femenino comparten la uretra como canal de salida, de ahí que muchas personas piensen que se trata de orina, pero no, es líquido eyaculatorio. El problema es que algunas mujeres se averguenzan de ello y restringen el fluido de sus glándulas parauretrales, usando los mismos músculos que sirven para impedir que la orina salga de la vejiga.

¿Sabes cómo se logra la eyaculación femenina? Pues sólo existe una forma y es experimentando potentes orgasmos. Si una mujer no eyacula es porque no está teniendo orgasmos tan potentes como podría llegarlos a tener.

Es una diferencia tan evidente como la que existe entre quien se desahoga estornudando y quien reprime el estornudo en el último momento.

Superar una ruptura