4 Excelentes Cierres En El Proceso De Seducción

El cierre es el proceso que se da minutos antes de alejarte de tu objetivo, su propósito es obtener su número telefónico o email y prepararla para el salto temporal, recuerda que el salto temporal es el cambio de escenario de C1 a C2 cuando no puede hacerse de inmediato. Obtener un número telefónico es algo difícil para la mayoría de los chicos, ellos no pueden entender por qué su objetivo se resiste tanto antes de proporcionarlo, y se decepcionan muchísimo
cuando, al día siguiente, comprueban que les proporcionaron un dato falso.

La razón por la que esa morena de fuego perfecto 10 no da su número telefónico a cualquiera es porque proporcionarlo equivale a estar disponible, en teoría podrías llamarla veinte veces si quisieras, y aunque puede desconectar su teléfono fijo, apagar su celular o bloquearte, esto es muy molesto para ella. Por eso no te dará su teléfono a menos que esté segura de tu alto valor, hayas generado atracción y construido suficiente comodidad; y aún en tales condiciones puede existir reticencia. Por ello debes tener más de una rutina de cierre bajo la manga.

Aunque los cierres enlatados que mencionaré a continuación trabajan siempre es mejor crear tus propios cierres o improvisar cierres situacionales. Para crear un buen cierre toma en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Motiva el deseo de salir contigo: Demuestra que eres divertido y que te gusta hacer cosas divertidas, que tu vida no es en ningún sentido aburrida ni monótona (aún cuando en ocasiones sí lo sea). Así motivarás su deseo de salir contigo.
  • Irás de todos modos: Algunas chicas se divierten arruinando los planes de los chicos interesados en ellas, esto es porque ellos expresan planes cuya ejecución depende de la respuesta de la chica, por ejemplo al decir “te invito a cenar el sábado, ¿aceptas?”, si ella responde que no tus planes están arruinados, y eso depende de ella, le estás cediendo el control. Pero si dices “el sábado iré con algunos amigos y amigas a cenar una parrillada deliciosa, ¿quieres venir con nosotros?”, el planteamiento cambia, ella no puede arruinarte tu plan porque sabe que aunque decida no acompañarte irás de todos modos.
  • Descubre sus intereses comunes: Como resultado de la interacción sabes qué cosas le gustan, al proponer tales actividades es más seguro que ella aceptará, además estarás demostrando tu interés y que realmente le pones atención.
  • Informalidad: Existe mayor propensión a aceptar tu invitación cuando la propones de manera informal, sin ninguna presión ni compromiso.
  • Compañía de otras personas: Es más fácil que ella acepte tu invitación cuando mencionas la compañía de otras personas porque reduces la tensión sexual, ella no pensará que deseas tenerla a solas y propasarte si habrá otras personas acompañándolos. Aún cuando a final estén a solas, cosa que es tu objetivo, debes evitar que eso pase por su cabeza. Algo como “Iremos a la pista de hielo mañana, estás invitada, tus amigas pueden ir también” es una buena forma de hacerlo porque evidentemente habrá más personas, aún cuando ni tus amigos ni los suyos asistan es lógico pensar que habrá mucha gente en la pista además de ustedes.
  • Acuerdo previo: Casi todos los hombres que logran obtener el teléfono de una chica le llaman al día siguiente o algunos días después para proponerle ir a algún sitio, una forma fácil de evitar que te cuelgue o no conteste tu llamada es acordando previamente el lugar al que asistirán, este es de hecho un buen tipo de cierre: “El domingo por la tarde iré con mis amigos al club X, ¿te gustaría venir?… Perfecto, dame tu teléfono y te llamo para ponernos de acuerdo”.
  • Apártala: La estrategia de apartar a la chica pidiéndole que te detenga tu bufanda, tu celular o el sobre de tus fotografías te ayuda a moverla de A3 a C1; también funciona muy bien para hacer que acepte tu invitación. Ella sentirá que debe verte aunque sea para devolverte lo que le prestaste.
  • Lectura en frío inconclusa: Esta es una de las mejores formas de cerrar y asegurar que tu objetivo después de darte su teléfono conteste tus llamadas. Aplica cualquier rutina de lectura en frío: lectura de mano, análisis grafológico, análisis de rostro, lectura de cartas, rutinas como el cubo, etc. Cuando vayas poquito después de la mitad y en el momento más interesante miras tu reloj, te levantas y dices “Lo siento, es muy tarde, tengo que irme”, ella estará intrigada y con deseos de sabe más, te pedirá entonces concluir con la rutina a lo que tú deberás negarte y responder que falta mucho, pero que no tienes inconveniente en continuar la lectura en otra ocasión, que te de su número de teléfono y la llamarás para informárselo. Pasado un par de días la llamas y le dices “¿Ya averiguaste lo que deseabas saber, o me vas a obligar a tomarme un café contigo para explicártelo”.

Enseguida algunos cierres enlatados tomados de otros libros y de Internet, sólo recuerda que después de haber obtenido el teléfono no es conveniente alejarte, debes continuar la interacción por unos minutos más, de lo contrario ella pensará que sólo estás buscando ligar y activarás sus defensas, lo que elevará muchísimo la posibilidad de que no tome tus llamadas o te deje colgado.

Cierre de dominó:

Este cierre es para aplicarse cuando percibes que tu objetivo puede sentirse incómoda de darte su teléfono delante de sus amigos. Entonces lo que haces es intercambiar teléfonos con alguien más del grupo, alguien que te sientas seguro de que estará dispuesto(a) a hacerlo, después continúas intercambiando teléfonos con los demás, incluyendo a tu objetivo. Una vez que uno de ellos ha intercambiado teléfonos los demás se sienten más dispuestos a hacerlo, aunque sea sólo por educación.

Cierre de la llamada:

Le pides a tu objetivo su teléfono celular o lo tomas sin pedírselo si está a tu alcance, no hagas ningún comentario, si no se da cuenta mucho mejor. Sólo en caso de que te descubra tomando su celular o te pregunte para qué lo quieres dí algo como “Sólo deseo verlo, me ha llamado la atención… Sí, nunca había un celular tan feo”.

Enseguida marcas tu número y te haces una llamada perdida. Si le has caído bien ella se reirá, si te pregunta porqué lo hiciste dile que querías comprobar que tu celular está funcionando bien porque hace rato que no suena y eso es muy raro. Lo mejor es que no se de cuenta, así se sorprenderá cuando reciba tu primer mensaje o llamada cuando pensaba que no iba a volver a verte más.

Cierre silencioso:

El cierre silencioso es muy sencillo, sólo tomas tu teléfono móvil y lo preparas para dar de alta un nuevo contacto, escribes su nombre y se lo entregas. Si ella entiende de inmediato anotará su número de teléfono. Si no te preguntará “¿Para qué me das tu teléfono?”, contesta “Para que lo mires un rato. Está bonito ¿no?, por cierto, cuando te canses de acariciarlo puedes escribir tu número en él”.

Cierre de email:

Este cierre es un clásico y funciona bien en aquellos casos en que no has tenido el tiempo suficiente para desarrollar el juego completo, por ejemplo después de haber tenido una conversación breve y placentera con una chica que has conocido en la calle o una empleada en un comercio. Haces como que te retiras pero después de dar dos pasos lejos de tu objetivo volteas, la miras y le preguntas “¿Tienes email?”

Como la interacción ha sido breve no has generado la suficiente confianza como para pedir su teléfono sin que te lo niegue, pero proporcionar su email es algo más suave, ellas no muestran tanta oposición, a fin de cuentas la interacción es menos personal y pueden bloquear a un remitente indeseado cuando lo deseen.

Si te dice que no tiene email haz un comentario en broma: “¿Entonces tus amigas cómo te contactan? ¿con señales de humo?”

Si te corta diciéndote, por ejemplo, que sí tiene pero no te lo va a dar, la miras con desconfianza y le dices: “Oye, yo sólo te pregunté si tenías email, no te pedí que me lo dieras… ¿No te parece que vas un poco rápido?”

Si te dice que sí, responde “Perfecto”, y en ese momento saca papel y pluma y se lo ofreces. Lo más probable es que los tome y empiece a anotar, espera un poco, cuando haya escrito la arroba le dices, con sutileza pero con autoridad “Ah, escribe arriba tu número también”. Si ella deja de escribir y te mira, le dices algo divertido para calmarla: “¡Tránquila! No pienso llamarte más de veinte veces al día”.

Si en vez de anotar su email te pregunta para qué le das el papel y la pluma, o si te pregunta “¿Quieres que te anote mi email aquí?”, le dices en broma “¡No! Quiero que me hagas un dibujo de Bob Esponja”, con lo cual le caerá el veinte y comenzará a escribir su email, puede ser también que quiera seguirte la broma y te dibuje a Bob Esponja, interpreta esto como un indicador de interés y aprovéchalo para ejecutar otras rutinas.