Todo lo que debes evitar al hablar con tu novio o novia

A lo largo de los epígrafes anteriores hemos realizado un breve pero completo repaso a la comunicación en el ámbito de la pareja; hemos visto qué significa la comunicación y como ésta nos hace diferentes del resto de animales que pueblan el planeta; hemos destripad por qué resulta tan importante no sólo que exista comunicación entre tú y tu novia o novio sino además, y más importante, que esta comunicación resulte fluida y natural. Y para ilustrar todo ello, hemos conocido y comprendido el pilar fundamental sobre el que debes apoyar el proceso comunicativo con tu pareja, la asertividad. Incluso hemos repasado algunos de los errores más frecuentes y te hemos aportado “los diez mandamientos” para una comunicación eficaz.
Pero la realidad, es que los seres humanos aprendemos más de nuestros errores, que de nuestros aciertos; aprendemos más estudiando lo que no debemos hacer, que lo que debemos hacer y por ello, ha llegado el momento definitivo.
A continuación veremos punto por punto todo lo que deberás evitar al hablar con un novio o novia y entonces, llegará el momento que tanto has esperado, ideas y temas que podrás llevar a la práctica para mantener una comunicación de pareja que goce de buena salud.
¡Vamos allá!
La comunicación, dentro del marco de una pareja, debe estar presidida por el respeto y la confianza, pero también por el conocimiento de quien tenemos enfrente. Resulta fundamental que cada día hagas un pequeño esfuerzo por conocer más y más a tu novia o novio, porque cada persona es diferente y cualquier consejo que aquí leas y que alguien te aporte, deberá ser adaptado a vuestra propia trayectoria personal.
Conocer en profundidad a tu pareja te permitirá saber qué temas son más adecuados, y qué temas es mejor dejar para otro momento porque, efectivamente, aunque exista confianza para hablar absolutamente de todo, no siempre es momento es el más adecuado, como tampoco lo es el tono en el que lo hagas.
Aunque ya hemos dicho que cada persona es diferente, también es cierto que existen “normas no escritas” que te aconsejamos respetar si deseas construir una relación sólida.
Hemos hablado de respeto en el seno de la pareja, esencial, y esto implica relaciones de igual a igual por lo tanto, la superficialidad, la soberbia o el sarcasmo, que denotan una actitud de superioridad, deberán ser desterrados de tus conversaciones.
Y muy relacionado con lo anterior está el siguiente aspecto que debes evitar a toda costa: los monólogos. Salvo que estés ensayando un discurso porque mañana te van a entregar el Premio al Ciudadano del Año, evita los monólogos. Esto también desprende cierto tufillo a superioridad, como que lo que realmente importa es lo que tú dices, y no lo que expresa tu pareja.
Si es tu turno para hablar, presta mucha atención al lenguaje no verbal de tu pareja, deja que intervenga, no levantes la voz para poder continuar. Y si surge otro tema del que te das cuenta que tu novia o novio quiere hablar, ¡por favor!, no insistas en finalizar a toda costa tu “maravillosa” exposición, probablemente podrás hacerlo más adelante, cuando tu pareja esté más receptiva para ello.
¡Recuerda! Los monólogos son más divertidos en “El Club de la Comedia”.
Pero ¡ojo!, porque no hemos acabado, aún existen varios aspectos que debes evitar en la comunicación de pareja:
- No hablar de tus parejas anteriores. Nunca, nunca, nunca. Jamás. Bajo ningún concepto. ¿Ha quedado lo suficientemente claro? Y si te encuentras en la primera cita, menos aún. Si tu pareja te pregunta algo en concreto sobre tu ex o sobre tus relaciones anteriores, responde de una manera educada a la pregunta, pero no vayas más allá, trata por todos los medios de cambiar el tema de la conversación con sutileza.
Hablar de tus ex es negativo lo mires por donde lo mires, veamos. Si hablas mal de ella, causarás la sensación de que estás criticando a una persona con la que has compartido parte de tu vida y aspectos muy importantes (y lo estás hablando con alguien con quien se supone que ya compartes algo, o al menos lo pretendes); por el contrario, si hablas bien, parecerá que aún quedan heridas sin cicatrizar, resquicios de sentimientos y esto, podría generar celos e inseguridades a tu actual pareja.
Por tanto, sólo hay una solución posible: no hablar nunca de tus ex.
- Hacer dos cosas a la vez, o tres, o cuatro, puede denotar que posees una gran capacidad de atención, de concentración, que res especialmente habilidoso para simultanear tareas sin embargo, también transmitirás la sensación de no estar prestando atención, o al menos, no la suficiente atención. Por tanto evita hacer varias cosas a la vez y cuando hables con tu novia o novio, préstale atención mira a los ojos. Si es necesario, apaga la televisión, cierra el ordenador, deja lo que estés haciendo y, por supuesto, evita suspiros de aburrimiento, gestos aireados o expresiones que denotan fastidio.
- A estas alturas ya todos sabemos que uno de los pilares sobre los que construir una relación de pareja exitosa es la confianza sin embargo, la confianza también hay que ganársela por lo tanto, si aún os encontráis en esa fase en la que os estáis conociendo, evita los temas demasiado personales y no te muestres demasiado vulnerable.
- También debes evitar los temas incómodos. Esto no significa que no puedas hablar temas delicados con tu pareja, al contrario, es algo que debéis hacer con gran naturalidad sin embargo, evítalos en según qué contextos, por ejemplo, trata de no hablar sobre enfermedades si sabes que tu pareja tiene algún familiar o amistad íntima con problemas de salud; o en una cena, no le cuentes tus problemas gastrointestinales ni las veces que te emborrachabas y echabas hasta la primera papilla. Lógico, ¿verdad?
- Otro tipo de temas de los que debes huir es de aquellos asuntos “demasiado trillados”, por ejemplo, si tu novia es médico o enfermera, casi seguro que no te apetecerá mucho hablar de temas médicos cuando llegue a casa; si tu novio (o tu novia) es informático y quedáis para comer, no le cuestes los eternos problemas que tienes con el ordenador. Uno de los objetivos de conversar es pasar un rato agradable, conocerse mejor, etcétera por tanto, ofrécele algo más que hablar sobre lo que hace a diario.
- Y por último, pero no por ello menos importante, evita la timidez. Que no trates temas excesivamente íntimos, sobre todo al comienzo de una relación, no implica que no hables sobre ti mismo, al contrario. Siempre debes mostrarte abierto, exponer tus puntos de vista y opiniones, explicar cómo te sientes, etcétera. Abrirte a los demás no conlleva vulnerabilidad, más bien transmites que estás confiando en esa persona.
