El Test De Confianza Y Otras Kino Rutinas

En el artículo anterior listamos 4 kino rutinas, esta es la segunda parte de dicho artículo porque complementa la lista de kino rutinas previamente mencionadas:

 

Test de confianza


Esta rutina es más bien una cadena de mini kino rutinas que te permitirá kino escalar con más facilidad y naturalidad. Por cada kino rutina enfatizarás la confianza o falta de esta que ella muestre hacia ti. También puede combinarse con otras rutinas, por ejemplo, con una lectura de manos, pides su mano y te la ofrece, con la palma hacia abajo, entonces dices:
“Veo que estás a gusto conmigo, ¿verdad?. Puedo saberlo porque me has ofrecido tu mano con la palma hacia abajo, lo que significa que existe una relación especial entre nosotros”.
Si después de haber dicho esto observas alguna señal de inconformidad expresa alguna descalificación graciosa como “Vamos, sé que estás derrapando de amor por mí, pero te advierto que no soy un hombre fácil”; después deberás ir un poco más despacio y ejecutar otras rutinas.
Pero si te ofrece la mano hacia arriba muéstrate un poco decepcionado y di “Vaya, no puedo creer que después de todo lo que hemos pasado juntos aún no tengas confianza en mí”, ella se intrigará y te preguntará porqué piensas eso, aprovecha entonces para explicar en qué consiste el test de confianza o kino test, pero sin llamarlo test de confianza o kino test; refiérete a él como el juego de la química o el test de la química, cuyo objetivo es determinar qué tanta química puede existir entre ustedes.
Hecho lo anterior hazle alguna caricia discreta e inocente, pero sensual, como olfatear la parte trasera de su cuello hasta el lóbulo de su oreja, o recorrer su nuca con tus dedos lentamente hasta llegar a la raíz de su cabello y jalarlo muy suavemente. Observa su respiración, su pulso, sus pupilas, el erizamiento de su piel., si encuentras alguna de esta señales utilízalas para argumentar a favor de la existencia de química entre ustedes. Si no las encuentras emplea un descalificador “No existe química, creo que tú y yo no estamos predestinados para estar juntos”.
Pero no te preocupes demasiado por esto último, porque si haces uso de tu sabiduría y tu destreza para hacerla disfrutar tus movimientos y caricias es imposible que ella no muestre al menos una señal de satisfacción. La misión de esta rutina, recuérdalo, es generar confianza, hacer que se sienta a gusto en tu compañía y que se acostumbre a tu contacto físico.

 

Masaje de manos

“Te noto un poco tensa, necesitas relajarte. Dame tu mano”, le dices, ella te da su mano y le brindas un masaje de manos mientras hablan sobre alguna otra cosa. Cuando termines de masajear su mano haces lo mismo con la otra. Para esto deberás aprender a dar masajes de manos. Busca información en Internet, en libros o en cursos al respecto.

 

Me gusta oler a las mujeres

“¿Sabes? No puedo evitarlo, me encanta oler.
Mis amigos me dicen que es una locura, pero yo siempre he pensado que el olor particular de alguien dice mucho; el olor revela si una persona está nerviosa o asustada, o si desea ser acariciada y abrazada. De hecho, puedo saber muchísimas cosas sobre una persona con sólo olerla durante treinta segundos. No puedo saber si una chica me gusta o no hasta que he pasado la nariz por su cuello y nuca.
Una chica puede ser hermosa y sexy, pero si no conecto con su olor… No puedo llegar a nada con ella.”
Muchas veces, si la chica está interesada en ti te pedirá que la huelas para ver qué puedes decirle acerca de ella. Si esto ocurre devuélvesela diciendo “Entiendo, lo que tú deseas saber es si podrías gustarme o no ¿verdad?”. Ya sea que responda abiertamente “sí” o que responda con un “tal vez” o una simple risa, huele todo su cuello, su nuca y el lóbulo de sus orejas. La sensación que les proporciona el calor de tu respiración es tan excitante que erizará toda su piel. Después de unos treinta segundos haciendo esto mírala a los ojos, sonríe y di “Sí, definitivamente podrías gustarme”. Haz una leve pausa y expresa una descalificación: “Pero somos demasiado parecidos, no funcionaría, discutiríamos los dos al mismo tiempo, y siempre ganaría yo”. Esta o cualquier otra descalificación mantendrá vivo el reto y reducirá la tensión sexual.