Cómo Conquistar A Una Mujer Por Teléfono

Potenciador Natural

Introducción

En muchas ocasiones no podrás, o no querrás llegar al final del juego en una misma noche, en tales casos deberás obtener el número telefónico de tu objetivo.

Algo que es importante mencionar es que la llamada telefónica no tiene como objetivo conversar de la misma forma que lo haces cuando te encuentras de frente a tu objetivo, sino exhibir demostraciones de valor y programar su próximo encuentro.

También es conveniente recordar que, aunque la llamada telefónica es el medio de contacto clásico por excelencia, actualmente existen alternativas mejores en muchos sentidos. La llamada constituye un indicador de interés, además se hace en un momento en que el estado emocional que ella experimentó contigo en su último encuentro ha cambiado, y todo lo que haces al llamarla es reducir tu atractivo.

¿Significa esto que la llamada ya no es la mejor forma de contactar?

En mi opinión sí lo es, pero si puedes exhibir demostraciones de alto valor y construir confianza por otros medios debes hacerlo, y llamar sólo para programar, o mejor aún, confirmar su próximo encuentro.

Mensajes de texto

Por ejemplo, hoy en día casi todas las chicas hermosas son modernas y cuentan con teléfonos celulares, los cuales además de permitir la comunicación telefónica directa también permiten el envío de mensajes de texto. Algo que puedes aprovechar muy bien para exhibir indicadores de alto valor como la demanda social y la preselección, por ejemplo, un mensaje que diga:

Esta noche iré con Adriana y Esther a bailar salsa, si quieres venir estás invitada.

Es un mensaje que muestra preselección. Está haciendo alusión a una técnica llamada falsa invitación, la cual consiste en lanzar una invitación que te hace ver muy alfa y que sabes que no será aceptada por tu objetivo. Las probabilidades de que tu objetivo acepte la invitación son mínimas, sobre todo si te aseguras de que así sea. Adriana y Esther pueden estar sólo en tu imaginación o ser las dos bebés gemelas que acaba de parir tu vecina, pero eso no importa porque tu objetivo pensará que es real y no tendrá forma de comprobar lo contrario.

La efectividad de los mensajes de texto es asombrosa, así que tenlo muy en cuenta dentro de tus estrategias de seducción.

Email

El contacto por email es impersonal, pero tiene muchos aspectos positivos. Puedes meditar muy bien el mensaje que enviarás y no te ves sometido a la presión de estar hablando con tu objetivo en tiempo real. Funciona muy bien, salvo porque nunca tienes un cien por ciento de certeza de que tu objetivo lo leerá.

Pero puedes incrementar exponencialmente la posibilidad de que así sea con sólo crear un título llamativo y divertido, si el título es lo suficiente intrigante como para llamar su atención ella se sentirá tentada a abrirlo, el contenido puede incluir una invitación a un próximo encuentro, pero sin parecer desesperado. Por ejemplo:

Hola María:

Recibí tu último email, interesante tu idea por cierto. Creo que sería mejor discutir el asunto de manera más personal.
Estaré bastante ocupado estos dos días, pero el sábado por la tarde tomaré un descanso y me iré a comer una hamburguesa en el McDonald’s del Zócalo, si me quieres acompañar dime a qué horas y paso por ti.
Cuídate
Juan

Observa la aclaración de que estará ocupado, para que no se perciba desesperación: además dice que irá de todos modos. Estas son demostraciones de alto valor.

Llamadas telefónicas

Con la llamada telefónica se cauto, siempre asegúrate de haber exhibido otras demostraciones de alto valor a través de mensajes de texto, email o chats. Te recomiendo asegurarte de que la chica te da su número de celular y no el número de su casa, ya que aunque este último te sirve generalmente no es tu objetivo quien contesta tus llamadas, sino su padre, su hermano o su mamá.

Algunos consejos para realizar una llamada telefónica son:

1.- Sé breve

Si llamas por teléfono a esa chica que tanto te gusta y con la cual estableciste contacto, recuerda que la llamada debe ser breve.

El teléfono no es el medio idóneo para una conversación profunda y su única finalidad debe ser exhibir demostraciones de alto valor y concertar una cita lo más pronto posible. En esa cita ya podrán platicar más extendidamente y decirse esas cositas que no pueden decirse por teléfono.

Si pierdes de vista este punto corres el riesgo de que la llamada se extienda tanto que olvides la razón por la que has llamado, y después de una larga conversación siempre se corte la llamada sin haber concertado la cita, o bien que hables tanto que ella termine aburrida y ya no sólo te pondrá pretextos para no salir contigo, sino que se negará la próxima vez que le llames. También puede suceder que ella se dedique a hablar contigo de sus problemas y te convierta en su paño de lágrimas, con lo que te considerará su amigo, y no es su amigo lo que te interesa ser, sino algo más.

Además, la llamada telefónica es por sí misma un indicador de interés, y puesto que la interacción se ha interrumpido y ella ha abandonado el estado de ánimo que tenía en su último encuentro estás en una situación desventajosa donde todo indicador de interés te resta atractivo, así que ¿porqué hacer más evidente el interés?

Una buena forma de evitar que la conversación se desvíe hacia temas que no te llevarán a tu objetivo y se alargue más tiempo de lo debido, es escribir previamente un guión, así te basarás en el guión que has escrito y si ella toca un tema que no se ajuste al mismo tú podrás dirigir la conversación para volver de inmediato a tu guión.

Un buen telefonema debe durar en promedio cinco minutos.

2.- Pregunta si no interrumpes algo importante

Tú no puedes verle a través del teléfono, así que quizá le interrumpiste en algo importante como comer o hacer del baño, y si es así no podrá concentrarse al cien por ciento en lo que le dices, lo cual no es conveniente para ti.

Por eso es muy conveniente preguntar siempre si no le interrumpes en algo importante. Lo anterior no sólo te hará ver como una persona educada sino demostrarás respeto por su tiempo y sus ocupaciones.

Ninguna dama con un mínimo de educación te dirá abiertamente que sí le
interrumpes, salvo que estuviera en un trance de vida o muerte como es atender a su papá que está sufriendo un infarto. Así que cuando preguntas si no interrumpes en algo importante el 99.9 por ciento de las veces te responderán que no.

Pero hay una razón oculta detrás de esta pregunta en apariencia bien intencionada, y es que aunque ella considere que con tu pecho sano estás pensando en ella y respetando su tiempo e intimidad, en realidad estás buscando un pretexto para iniciar conversación y saber qué hace en su tiempo libre. Observa el siguiente diálogo ilustrativo:

-¿No te interrumpo en algo importante?
-No, para nada. Sólo estaba viendo televisión.
-¿Y qué programa veías?
-Una película, se llama “El Castigador”.
Acaba de darte un arma importante, si sabes manejarla correctamente dirás algo como:
-¡Muy buena película! ¿Te gustan las películas de acción?
-Sí- responderá ella -¿y a tí?
-A mí también, por cierto en el cine están pasando una película que me ha dicho tiene mucha acción, ¿Te gustaría verla?
-Sí, me la han recomendado mucho.
-¡No se diga más! Entonces ¿paso por tí el sábado a las 6?

Sí ella responde Ok, sólo te queda despedirte y se cerró el telón.

3.- Refiérete a algo importante de la conversación anterior

Esto demostrará que pusiste atención a lo que te dijo, además de darte un buen tema para hablar. Si de plano no recuerdas nada pregunta entonces si llegó sin problemas a casa o qué hacía cuando escuchó el timbre del teléfono.

Pero es ilógico que no recuerdes nada de la conversación anterior, a menos que padezcas amnesia o hayas estado demasiado borracho durante el primer encuentro con ella, cosa que dudo ya que de ser así difícilmente hubieras obtenido su teléfono.

¿Cuál es la mejor forma de realizar dicha referencia? ¡Pues preguntando!, así la harás hablar y se validará uno de los secretos que analizaremos posteriormente: “Escuchar más de lo que hablas”. Si, por ejemplo, en su encuentro anterior ella te habló de que estaba organizando una fiesta con sus amigas, tú puedes preguntarle “¿cómo va la organización de la fiesta?”, si te dijo que trabaja puedes preguntar “¿qué tal tu trabajo, ya pronto te ascienden?”.

Por cierto…

“Por cierto…” son dos palabras con las que puedes iniciar una frase que contenga la referencia a la conversación anterior de la que hablamos, observa los siguientes diálogos ilustrativos:

-Por cierto, el viernes que charlamos me dijiste que tendrías un examen muy difícil, ¿qué pasó con eso, ya lo hiciste? ¿cómo te fue?
-Ya lo hice, y creo que bien, aunque aún no me entregan los resultados.

-Por cierto, el viernes que estuvimos conversando me comentaste que te estabas divorciando, ¿cómo va eso?
-Parece que bien, el abogado me dijo que es cuestión de unas semanas para que se emita la sentencia.

Ten en cuenta que el tema a tratar será personal y basado en ella, y dado que a todos nos gusta mucho hablar de nosotros mismos la dama podría alargar la respuesta, extendiendo la llamada más allá del tiempo normal; esta puede ser una buena oportunidad para obtener la cita, simplemente interrumpe y proponle hablar de eso pero en determinada fecha, hora y lugar. Observa:

-Por cierto, el viernes que estuvimos conversando me comentaste que te estabas divorciando, ¿cómo va eso?
-Parece que bien, el abogado me dijo que es cuestión de unas semanas para que se emita la sentencia.
-¿Y porqué te estás divorciando? ¿Quién puede ser tan tonto como para quererse divorciar de tí?
-¡Pues ya ves! En realidad fuí yo quien solicitó el divorcio, él me fue infiel y fue muy difícil para mí, estoy muy resentida.
-Entiendo que es algo muy difícil para tí, ¡Te haría bien desahogarte! ¿Qué te parece si nos vemos el sábado y me platicas con más detalle. Necesitas salir y tratar de divertirte.
-Sí, tienes razón.
-Entonces te espero a las 6 en…

¡Bingo! Han concertado una cita.

4.- Recuerda que el objetivo de la llamada es concertar una cita

Si le llamas por teléfono es con un único propósito: concertar una cita, si no lo logras la llamada habrá sido en vano. Por eso después de hablar superficialmente sobre algo importante de la conversación anterior debes hacerle saber que la pasaste muy bien en su compañía y que te gustaría verla, dile a dónde la piensas llevar y espera su respuesta.

La cita es el cierre, el proceso final, el objetivo alcanzado, y una vez que la has obtenido lo único que te queda por hacer es despedirte y cortar la llamada.
A nuestro correo electrónico han llegado muchos mensajes de amigos que nos solicitan consejo sobre este aspecto, parece que llaman a la chica pero no pueden concertar la cita. Lo único que podemos aconsejarles es que se atrevan, que no duden de sí mismos. La seguridad en uno mismo es primordial, si no tienes seguridad en tí mismo, si careces de un guión, te perderás fácilmente en una conversación mal estructurada.

Además, la inseguridad se refleja en el nerviosismo, y este en una voz nasal, en tartamudeo, en titubeos y en silencios prolongados; nada de esto ayuda a convencer a la chica en cuestión de que debe aceptar nuestra invitación. Por eso debes estar preparado desde antes de levantar la bocina, sobre todo las primeras veces, después la práctica te facilitará todo pero en los primeros encuentros es indispensable que elabores tu guión, que te programes mentalmente para obtener esa cita desde varios minutos antes de levantar la bocina, que respires profundo y te relajes, incluso que aprendas a respirar.

Ejercicio de respiración:

Este es un ejercicio que te ayudará a respirar correctamente, lo realizan cantantes, oradores y todos aquellos que deben hacer uso de su voz ante públicos numerosos; aunque tu objetivo es impresionar a las chicas, te recomiendo practicarlo con regularidad ya que mejorará tu voz, evitando que esta se escuche nasal o que se te salga un “gallo”.

Recuéstate boca arriba y colócate un libro más o menos pesado sobre el abdomen, inhala lentamente durante diez segundos (el aire pasará por el diafragma hacia tu estómago, con lo que este se inflará haciendo que el libro se levante, después conserva el aire en tus pulmones durante cinco segundos y exhala lentamente durante otros diez segundos, repite la misma operación al menos diez veces.

Al principio será difícil, pero una vez que lo domines deberás incrementar los tiempos, inhalando durante veinte segundos, manteniendo el aire en tus pulmones durante otros veinte segundos, y exhalando durante veinte segundos más. Después harás lo mismo pero incrementando los tiempos a treinta segundos por cada paso.

Si lo haces correctamente pronto gozarás de uno de los mayores atractivos masculinos que enloquecen a las mujeres: un “vozarrón”. Ella te escuchará por teléfono y quizá hasta cierre los ojos para extasiarse en la magia de tu voz agradable y varonil, ¿crees que pueda negarse a tu invitación?

La importancia de dar opciones.

Más adelante mencionaremos como uno de los diez secretos para una llamada telefónica perfecta el brindar opciones. Por el momento sólo te esta es una excelente forma de evitar que te digan “no”. Hay una razón psicológica muy poderosa para esto, que mencionaremos más adelante, por el momento baste con decir que el dar opciones es una de las estrategias de mayor impacto para obtener la cita anhelada.

Eres lo mejor.

He descubierto que la principal razón por la que muchos chicos no logran el éxito en sus llamadas telefónicas, es decir: no obtienen citas, es que se dejan dominar por la ansiedad. Tienen tanto miedo a que ella se niegue que al final se despiden sin siquiera haber mencionado que pensaban invitarla y a dónde. Mi único consejo en estos casos es que no temas al rechazo, considéralo como una opción de aprendizaje; la diferencia entre el seductor y el solitario no es el rechazo sino como reaccionan ante él. Si temes al rechazo te destrozarás cuando este se presente, simplemente intenta llegar lo más lejos que puedas con las mujeres.

Tú eres lo mejor para ella, nadie la hará sentir como tú, con nadie podrá vivir aventuras tan maravillosas como contigo. Convéncete de eso y todo será más fácil.

5.- Muestra ánimo

Debes llamar animadamente, reír cuando diga algo que lo amerite y utilizar un lenguaje divertido a todo lo largo de la comunicación.

Ella no te ve, sólo te escucha; es por eso que tu voz debe reflejar emoción, debe hacerle ver que te estás divirtiendo al llamarla, que estás a gusto y no invadido por los nervios. A todos nos agradan las personas que sonríen”.

Si no sabes cómo hacerlo te recomiendo practicar el ejercicio de respiración que se mencionó páginas atrás, además es recomendable que hagas lo siguiente:

Enciende la radio

Enciende tu aparato radiofónico, pero elige un programa en que haya al menos dos locutores, si son de sexos diferentes mucho mejor, o bien que acepten llamadas del público; el programa debe ser divertido y juvenil.

Escucha con atención y trata de identificar al locutor que maneja mejor el humor, en cuanto el programa termine apaga la radio, relájate, cierra tus ojos, e imagina que tú eres ese locutor, imagínate a ti mismo hablando frente al micrófono con la voz del locutor, utilizando sus mismos términos, manejando el humor con la misma facilidad con que él lo hace. Después de unos quince días de practicar este ejercicio notarás que te es más fácil establecer una comunicación, presencial o no, de manera divertida.

A partir del día 16 el ejercicio cambiará ligeramente, ya no te imaginarás hablando ante el micrófono sino por teléfono, del otro lado de la línea está una chica bella y exuberante, tú platicas con ella muy animadamente, ella está divertida y feliz de oírte. La conversación se realiza sin contratiempos, y la cita se programa de manera muy natural.

Quince días con esta variante de ejercicio y estarás preparado para obtener los mismos resultados en el plano de la realidad.

6.- Brinda opciones

Es una buena idea dar dos opciones a escoger, ambas opciones deben ir encaminadas a tu objetivo principal, que por si ya lo has olvidado es “programar una cita”.

La finalidad de brindar opciones es aplicar una estrategia de dominación psicológica, negándole la oportunidad de decir “no”. A todos nos gusta disponer de opciones, es por eso que existen diferentes modelos de automóviles y estilos de ropa distintos; disponer de una sola opción para elegir es irritante y vuelve aburrida la vida.

Por otro lado, disponer de demasiadas opciones es igualmente irritante, pues dificulta la tarea de elegir y a todos nos agradan las cosas fáciles. Cuando las opciones son demasiadas la mente debe segmentarlas en función de sus propios gustos y exigencias, haciendo la tarea aún más difícil.

Por eso, si existen demasiadas opciones tendrá éxito quien haga la segmentación evitando a otros el trabajo de hacerlo, por eso no conozco ningún vendedor que ofrezca a sus prospectos de cliente todos los modelos existentes en el mercado automotriz, sino sólo los de la compañía a la que pertenece y aún así no ofrece todos, sino sólo los que se adaptan a las necesidades y posibilidades de pago del prospecto.
Pero como el objetivo de este libro no es mostrarte cómo vender automóviles sino cómo programar una cita con la dama de tus sueños a través de una llamada telefónica hablemos de cómo aplicar las opciones y la segmentación para lograrlo.

Opciones:

Como decíamos, nos agrada tener opciones, pero si tu interés con esa chica que tienes del otro lado de la línea es que salga contigo y le preguntas abiertamente: “¿Te gustaría salir conmigo?”, ¿cuántas opciones le estás brindando?

Aparentemente sólo le brindas una opción, que es salir contigo, pero en realidad le estás dando otras opciones implícitas, ya se me están ocurriendo cuatro opciones:

Opción uno: Responder sí.
Opción dos: Responder no.
Opción tres: Inventar un pretexto para negarse.
Opción cuatro: Pedir tiempo para pensarlo.

Pero estás opciones tienen subopciones:

Si opta por la opción uno: Responder sí.
Subopción uno: El sábado.
Subopción dos: El domingo.
Subopción tres: El lunes…

¿Ves qué complicado? Y si tomamos en cuenta las subopciones de la opción dos, de la opción tres y de la opción cuatro, tendremos decenas de posibilidades entre las cuales elegir, haciéndolo difícil e irritante. Su cabeza trabaja con intensidad, llenándose de nerviosismo y dudas, en tales condiciones es difícil que diga sí, optando por alguna de las opciones dos, tres o cuatro.

Segmentación

El problema antes descrito fue resultado de hacer una petición muy general, sin segmentación; le diste todas las opciones y se sintió presionada. Si quieres evitar esto es necesario realizar la segmentación, es decir, no ofrecerle todo el abanico de posibilidades sino sólo unas cuántas, las que te benefician difectamente. Por ejemplo, de las cuatro opciones principales ¿cuál te conviene? Es evidente que te conviene la opción uno, así que la segmentación sólo debe incluir la opción uno, que es: “responder sí a tu invitación a salir”.

Pero dar a elegir sólo la opción uno en realidad no es dar a elegir, nos vamos al extremo opuesto en que sólo existe una opción, lo que como ya mencionamos anteriormente, es irritante y vuelve la vida aburrida.

¿Cómo podemos solucionar esto? La respuesta es: subopciones. Dispones de siete subopciones, que son los días de la semana, y cada subopción tiene a su vez veinticuatro subopciones, que son los días de la semana. Pero es claro que no la invitarías a salir un martes a las tres de la mañana, así que nuevamente requerimos hacer una segmentación.

Una respuesta segmentada y que brinde opciones sería: “¿Te gustaría que saliéramos el viernes o el sábado?”, “¿Estarás libre el domingo al medio día o por la tarde?”, o bien, “¿Te gustaría cenar pizza o prefieres comida china?”.

Preguntas segmentadas dan lugar a respuestas segmentadas, al dar dos opciones a escoger la mente se centra en elegir una de ambas y deja de lado una tercera opción como puede ser la negativa.

Así que una pregunta tan general y nulamente segmentada como “¿Te gustaría salir conmigo?”, obtendría muchos mejores resultados si se replanteara de la siguiente forma: “¿Te gustaría ir al cine el miércoles, o esperamos que sea sábado para ir al teatro?”. Es fácil entender que pueden ir al cine el miércoles porque es 2×1, o esperar a sábado porque es el día en que montan esa obra tan cómica en el teatro de la ciudad.

La regla de oro con las opciones y preguntas segmentadas es: “La pregunta nunca debe dar lugar a una respuesta negativa”.

7.- Termina la llamada primero

Tan pronto has obtenido la cita despídete, pídele que te salude a su familia, y cuelga. Ya no hay nada más que decir, así que no arruines la llamada ni pierdas un tiempo valioso que puedes emplear en programar su próximo encuentro.

8.- Termina la llamada en el mejor momento

Siempre sé tú quien termine la llamada, y termínala en el mejor momento, en el más interesante y de mayor emoción. De este modo la dejarás con ganas de más, y en un estado de ánimo favorable, se quedará con la idea de que eres un hombre divertido e interesante y eso te facilitará las cosas en el próximo encuentro.
Una conversación telefónica como la siguiente cubre tales puntos:

¿Diga?
-Muy buenas tardes, quisiera hablar con Alicia, ¿Podría comunicarme con ella, por favor?
-Un momento.
-Muchas gracias.
-¿Sí?
-¡Hola! ¿Cómo estás?
-Bien, gracias. ¿Quién habla?
-Soy Mauricio , ¿Me recuerdas?
-Sí, sí te recuerdo.
-¿No te interrumpo en algo importante?
-No, veía televisión.
-¿Qué veías?
-Una película.
-¿Cómo se llama?
-El Señor de los Anillos.
-¡Buena película!
-Sí.
-Por cierto, la vez pasada me comentaste que tendrías exámenes, ¿Ya los presentaste?
-Ya, hoy presenté el último, fueron cinco y estuvieron súper difíciles.
-Pero ¿Saliste bien?
-¡Pues, eso espero!
-Estoy seguro que sí, tú eres muy inteligente y le hechas ganas.
-Gracias.
-¿Sabes? El sábado, cuando te conocí pasé un momento muy agradable contigo, por eso me atreví a llamarte, para saber si me aceptarías una invitación a cenar, ¿Podrás el sábado o mejor el domingo?
-Mmmm, pues no sé.
-¿Otro día?
-No, está bien el domingo.
-¿Te gusta la pizza o prefieres la comida china?
-Pizza.
-Bien, entonces ¿dónde nos vemos el domingo?
-En el Parque España.
-¿A las 7?
-De acuerdo.
-Allá nos vemos. A propósito, ¿Cómo está tu familia?
-Todos están bien.
-Me alegro, salúdalos de mi parte.
-Ok.
-Bye, ¡Hasta el domingo!

Superar una ruptura