Abridores Directos Para Seducir

Potenciador Natural

Un abridor directo son pequeñas frases de valor que demuestran cierto interés, aunque no son tan eficaces como los abridores indirectos en algunos casos funcionan, sobre todo con chicas que se encuentran solas.

Los siguientes son algunos de los más conocidos que puedes utilizar:

Amor a primera vista

Para ejecutar este abridor pasas caminando delante de la chica a la que quieres acercarte, después te acercas y le dices: “¿Crees en el amor a primera vista? ¿O tengo que volver a pasar delante tuyo?”

El cubito de hielo

Tomas un cubito de hielo y te diriges a donde se encuentra tu objetivo, lo rompes contra el suelo y dices “Ahora que hemos roto el hielo creo que es hora de que nos presentemos”, o “Bueno, ya hemos roto el hielo, ¿Te llamabas?”

Nuevo en la ciudad

Pregunta a la chica que te gusta: “Perdona, es que soy nuevo en la ciudad… ¿Cómo se llega a tu casa?”

Malhechoras

Este funciona con grupos de mujeres, te acercas a ellas y les dices:

“Mmmm… ¿qué clase de nueva fechoría están tramando?”. Si no te hacen caso te diriges a la más juguetona y dices: “¡Mírala! Está claro que es todo, menos un angelito”

Soy gay

Le dices a la chica que te gusta: “Si no fuese gay sería mía”, también funciona como una falsa descalificación

Mi novia dice…

Esta frase consiste en decir: “Mi novia dice que no estás mal”

Mi amigo pregunta…

Dile a la chica que te gusta “¿Ves a mi amigo, el que está por allá? ¿Sí? Quiere saber si me encuentras guapo».

Tres minutos para impresionarme

Llegas con un cuarto de bebida en la mano y dices:

“Bueno, señoras… voy a tener que irme pronto a otro tentempié, así que (miras tu vaso), tienen unos tres minutos para impresionarme.”

Es posible que te corten, así que debes estar preparado con algún posible contracorte como:

1.“¡Ufff! Eso dolió”, dirigiéndote a los otros: “¿Siempre es así de ocurrente?”

2.A los otros: “¿Es siempre tan mala para impresionar chicos guapos y simpáticos, o soy su primer fracaso?”

Mensajes en servilletas

Por extraño que pueda parecer, escribir mensajes en servilletas funciona como un buen abridor con algunas chicas, te hace parecer original y distinto al resto de los chicos.

Para que funcione necesitas escribir algo que no denote interés y que exprese que te ves obligado por las circunstancias a escribirlo, por ejemplo, escribes “el chico que está en la otra mesa me mira muy raro, ¿me ayudarías a quitármelo de encima?”.

En algunos casos nada sucederá, pero tampoco pierdes nada con intentarlo. En otros casos la chica te ayudará y entonces aplicas otras rutinas para exhibir alto valor.

Caramelos

No he conocido todavía una chica a la que no le gusten los caramelos, una vez quise aplicar este abridor con chocolates, pero no funcionó. Por alguna razón las chicas hermosas perciben interés en un chico que les ofrece chocolates, además de temer engordar como vacas por comerlos; pero curiosamente con los caramelos no pasa lo mismo.

Guarda siempre unos caramelos, cuando veas a una chica que te gusta te acercas a ella y te quedas ahí, sin decir nada, hasta que ella haga un gesto o abiertamente te pregunte “¿qué quieres?”, entonces sacas el caramelo de tu bolsa y se lo ofreces con una sonrisa.

Tú: ¿Quieres un caramelo?
Ella: Gracias, me encantan los caramelos.
Tú: ¿No te dijo tu mamá que no debes aceptar caramelos de desconocidos?
Ella: Sí…
Tú: ¿Y que es malo para los dientes?
Ella: Sí, pero me gustan.
Tú: ¿No es increíble cómo algo peligroso puede ser tan excitante? ¿Sabes qué?…
Y pasas de inmediato a otra rutina.

Vengo a ligar con la mejor

Te acercas al grupo de mujeres donde se encuentra la que te ha gustado y les dices: “Hola. Vengo a ligar con ustedes…

Mejor dicho, vengo a ligar con la mejor de ustedes…

Es más, hoy voy a hacer algo diferente y en lugar de ligar con la más guapa como hacen todos, voy a ligar con la mejor.

Así que, a ver ¿quién es la mejor?, la que no se crea la mejor que levante la mano…”

Si nadie la levanta continuas con el resto de la rutina, si todas la levantan dices, “me corrijo, quise decir la que se crea la mejor”.

“Entiendo, o sea que todas creen ser la mejor. Tenemos un problema, ¿no?

A ver, tú… -esto lo debes decir con autoridad- ¿tú qué puedes hacer que te distinga de las demás? No me digas que eres guapa porque la belleza es común, además no sabes si eres mi tipo, así que véndete. Yo puedo leer tu mente y tu personalidad, y demostrarte que sólo usas el 10% de tu cerebro. ¿Tú qué haces?, ¿para qué sirves?”

Es un excelente abridor porque te permite impactar, te desinhibe y te pone adelante de los demás hombres cuando ellos se niegan a abandonar su zona de seguridad.

Ella me está gustando

Este abridor es ideal para escenarios tales como parques, plazas y lugares públicos. Te sientas en el mismo banco de tu objetivo, leyendo el periódico, un libro, o escuchando música, y después de unos minutos le dices:

“Oye…”, y haces un pausa con la finalidad de demostrar seguridad y mostrar que no estás intentando retenerla. Después de tres segundos prosigues:

“Creo que tengo un problema”, y haces pausa de nuevo. Si notas que no se interesa en ello le dices “pero veo que no te interesa”, entonces tomas tu periódico o tu libro, o enciendes nuevamente tu reproductor de mp3 y continúas como si nada, puede que ella se sienta un poco inadaptada y finalmente te pregunte cuál es tu problema.

Si muestra cierto interés le dices “No sé si te has fijado, pero esa mujer de allí me lleva mirando un buen rato”. La mujer a la que te refieres puede ser una gordita con lentes de fondo de botella, o una señora jubilada. Esto es para que le parezca chusco, si eliges a una mujer atractiva no obtendrás un buen efecto.

“El problema”, continúas diciendo, “es que al principio quise resistirme, pero parece que está comenzando a gustarme. ¿Tú crees que le gusto?, ¿Crees que debería acercarme y decirle algo o debo mejor esperar a que ella lo haga?.

¿Y tú qué opinas? ¿Crees que está interesada en mí para algo serio o sólo estará buscando sexo?”

Es un abridor divertido, pero no lo prolongues demasiado, en cuanto sientas que está por dejar de ser gracioso muévete hacia otra rutina.

Superar una ruptura